domingo, 30 de agosto de 2009

Energía: ¿menos es más?

Desde que Al Gore promocionó su documental de "La Verdad Incomoda", el mensaje fue: "tú puedes hacer algo".

Curiosamente de las cosas que podemos hacer es consumir aparatos eléctricos "eficientes". Ante todo, está el asunto de los focos ahorradores, los cuales, curiosamente, son un problema cuando cumplen su vida útil.

La promesa es consumir menos para que alcance para todos y disminuyamos las emisiones de CO2, pero ¿es todo tan bello?

En contré una nota muy interesante que habla del rebote en el consumo de energía, fenómeno que ya se presentó durante la revolución industrial.

Agregó algunos extractos relevantes.

"Primero, la gente usa más el producto porque es más barato. Segundo, una vez que la gente ha gastado dinero en un producto, la mejor manera de aprovechar su inversión es utilizarlo lo más posible. Nadie compra algo para ‘no’ utilizarlo. La eficiencia tiende a resultar en que el uso de energía suba en lugar de bajar.

Este “efecto de rebote” ya se observó en 1865 cuando Stanley Jevons escribió “The Coal Question”. Nuevas técnicas industriales significaban que se necesitaba sólo un tercio de la cantidad necesaria para producir una tonelada de hierro. Lejos de reducir la cantidad de carbón utilizada, los nuevos métodos fueron seguidos por una decuplicación durante 1860-1863 en el País de Gales. [1]

En 1980, Danile Khazoom y Len Brookes estudiaron una serie de mejoras tecnológicas y confirmaron que durante el siglo anterior los aumentos en eficiencia fueron seguidos por un aumento en el uso de energía. [2] Diversamente conocidos como las “Paradojas Jevons” y el “Postulado Khazoom-Brookes,” estos conceptos son bien conocidos por los escritores sobre energía, pero guardados en el armario por los propugnadores de la eficiencia.

Ted Trainer subraya que si la gente evita cuidadosamente el uso de sus artefactos eficientes en energía, utilizará todo el dinero que ahorre para comprar otra cosa, lo que entonces lleva al uso de energía durante la producción y consumo del otro producto. [3] Jeff Dardozzi amplía ese razonamiento, señalando que si, en lugar de comprar más cosas, la gente coloca su dinero ahorrado por la energía en el banco, simplemente lleva a que los fondos ahorrados sean prestados a otros que inician negocios o hacen compras, alimentando así el ciclo de aumento de la energía por una vía indirecta. [4]".

Esto no lo dicen muchos de los que apoyan el solucionar la crisis energética de esta forma, pues los beneficiarios directos, es decir, los productosres de los gadgets nuevos, se quedarían sin clientela.

La verdadera alternativa es la independencia energética familiar o vecinal. Generación de energía limpia, para uno o hasta 10 hogares. Todos invierten, todos ganan. Ya lo dijo Clarke: la próxima unidad de cambio es el kilowatt.

1 comentario:

SANTOS dijo...

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